TOMMY HILFIGER: CAPAS DE ALTOS VUELOS
Toda la propuesta del diseñador americano Tommy Hilfiger para este invierno se basa en un estilo cómodo, holgado y con aires masculinos aunque llenos de detalles femeninos. Con un protagonista que sobresale, la capa, se trata de una colección muy asequible, pensada para una mujer urbana y activa.
Para el frío invernal, Hilfiger opta por la gama de los grisáceos, marrones y terrosos, verdes y borgoñas, que compagina con toques de color vivo en los complementos: naranjas, amarillos... Lo que más llama la atención es la línea holgada, fluida e hipercómoda en todas las prendas. Los vestidos son sedosos con detalles y diseños retro. Y los complementos tienen también un aire andrógino en botas -de tacón no demasiado alto-, cinturones y sombreros de fieltro de ala flexible. Bolsones grandes.
Las capas, tan olvidadas hasta ahora, son una de las propuestas que se vieron en esta colección, tanto en punto como en paño. Coordinadas con faldas a la rodilla, botas de caña alta y pantalón, dan un toque setentero muy chic.
Muchos trajes pantalón, tipo pijama, con pinzas y cinturones estrechos en color vivo, que se combinan con blusas o jerséis de cachemire con cuello chimenea y chaquetas holgadas con aplicaciones de cuero. También algún pantalón de terciopelo suave a juego con chaqueta blazer.
Otras prendas muy repetidas son los abrigos masculinos de líneas rectas y puras, con doble botonadura, los chalecos de punto con cuellos de piel larga, los blazers sueltos, y también los cárdigans de punto. Algún abrigo tipo trenka con presillas de cuero y hueso.
Los tejidos que usa Hilfiger pasan por la pura lana, el cachemire, el terciopelo y el tweed, con acabado “sal y pimienta” y en espiga. Para blusas y vestidos, la seda y el satén, con estampados geométricos pequeños e invernales. Faldas amplias de rayas en tonos marrones y mostaza.
En definitiva, una colección muy cómoda y utilitaria para afrontar a pleno rendimiento la nueva estación, pero que también ilustra sobre cómo llevar, combinar y actualizar prendas de otras temporadas.
Las capas, tan olvidadas hasta ahora, son una de las propuestas que se vieron en esta colección, tanto en punto como en paño. Coordinadas con faldas a la rodilla, botas de caña alta y pantalón, dan un toque setentero muy chic.
Muchos trajes pantalón, tipo pijama, con pinzas y cinturones estrechos en color vivo, que se combinan con blusas o jerséis de cachemire con cuello chimenea y chaquetas holgadas con aplicaciones de cuero. También algún pantalón de terciopelo suave a juego con chaqueta blazer.
Otras prendas muy repetidas son los abrigos masculinos de líneas rectas y puras, con doble botonadura, los chalecos de punto con cuellos de piel larga, los blazers sueltos, y también los cárdigans de punto. Algún abrigo tipo trenka con presillas de cuero y hueso.
Los tejidos que usa Hilfiger pasan por la pura lana, el cachemire, el terciopelo y el tweed, con acabado “sal y pimienta” y en espiga. Para blusas y vestidos, la seda y el satén, con estampados geométricos pequeños e invernales. Faldas amplias de rayas en tonos marrones y mostaza.
En definitiva, una colección muy cómoda y utilitaria para afrontar a pleno rendimiento la nueva estación, pero que también ilustra sobre cómo llevar, combinar y actualizar prendas de otras temporadas.
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